El holding empresarial llamado Industria de Diseño Textil, S.A., fundado por Amancio Ortega y dirigido, a día de hoy, por Pablo Isla, presidente de la sociedad, presenta unos resultados alentadores correspondientes al último ejercicio fiscal que coinciden con las previsiones del mercado y que mantienen más o menos las cifras del año anterior, 2018.
Según algunas fuentes, la facturación sería el índice más estático con respecto al año anterior sin sufrir grandes cambios y, por el contrario, sus beneficios se verán reducidos en unos 42 millones de euros, a pesar del crecimiento de su BAII (beneficios antes de intereses e impuestos) debido a la deducción de sus gastos financieros.
A pesar de la estabilidad observada en sus números, los inversores no pueden tomar como referencia los últimos resultados obtenidos, ya que, el COVID-19 obliga al entorno bursátil a hacer una visión prospectiva del mercado en busca de soluciones a futuras consecuencias derivadas de la pandemia.
Los mercados internacionales se enfrentan a una profunda crisis económica y la falta de datos objetivos por la desigualdad en el grado de afectación del Coronavirus en los diferentes países, crea un ámbito de inseguridad financiera que lejos de ayudar a las empresas a salir adelante, suponen un lastre para empresarios y, consecuentemente, usuarios y consumidores.
Por ello, el IBEX 35 prestará especial atención al primer cuatrimestre del año en curso, 2020, dónde podrán empezar a obtenerse pistas de las secuelas que va a dejar el virus, ya que, en España, el Estado de Alarma fue declarado el 16 de marzo, dos semanas antes del cierre del cuatrimestre.
El propietario del holding, Amancio Ortega, siempre ha estado envuelto en conspiraciones sobre su beneficio y el uso que hace de la mano de obra debido a los rumores que se han expandido durante la última década donde se responsabiliza a grandes marcas textiles, como Inditex, de tener a menores trabajando en fábricas de Bangladesh, Camboya e India. La dificultad para desmentir esto reside en las cadenas de proveedores, ya que, la empresa puede realizar auditorías en sus fábricas donde se finaliza el producto dónde todo está en
orden, pero, cada prenda de ropa contiene detalles que han estado hechos en otras factorías, las cuales no se auditan.
A pesar de ello, el filántropo fundador de Inditex siempre ha demostrado saber hacer un uso responsable y social del capital que genera la multinacional, contribuyendo en actos benéficos y realizando donaciones sociales como las que ha llevado a cabo precisamente en esto duro y largo trance sanitario. A través de su fundación, la cual lleva su nombre Amancio Ortega, ha donado 25 millones de los 150 totales al fondo común de empresas del IBEX 35 y también dotó al gobierno de material sanitario valorado en 60 millones de euros, además de poner a disposición de la sociedad sus plantas productivas en España para la fabricación de más material sanitario.