Hay algunas empresas que se quieren aprovechar de la situación, y piden un ERTE, pero la autoridad laboral competente, examina cada situación de la empresa y si esta no cumple con los requisitos no se le aprueba. Como es el caso de muchas empresas de mensajería, alimentación, las cuales su actividad no sigue en actividad.
Si trabajas en una empresa, y no le han aceptado el ERTE, pueden ocurrir dos opciones:
Te propongan una reducción unilateral de la jornada de trabajo, la cual puedes aceptar, o si no estas de acuerdo la puedes rechazar. En este caso debes presentar una demanda al juzgado laboral, solicitando una modificación sustancial de las condiciones de trabajo.
Por otro lado, puede darse la opción de que te despidan por causas objetivas. Si una empresa le han rechazado el ERTE, no se entiende como justificable que el despido sea por el Covid-19. Si lo han hecho con este motivo, y crees que se trata de un despido improcedente, es mejor que te pongas en contacto con un experto para estudiar el caso, ya que puede ser más difícil de tratar.
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A cuántos trabajadores puede afectar un ERTE
No existe ninguna restricción en cuanto al número máximo de trabajadores que una empresa puede incluir dentro de un ERTE. Tampoco existe un porcentaje mínimo de la plantilla que deba verse afectada para que el Expediente de Regulación Temporal de Empleo vaya adelante.
Lo relevante en este caso es que estén acreditadas las causas que motivan la aplicación del mecanismo, quedando justificada, si procede, incluso la suspensión de totalidad de contratos de la empresa.
Beneficios para la empresa
La empresa reduce considerablemente sus costes laborales durante un periodo de tiempo que, a priori, debería ser suficiente para superar la situación que motivó la aplicación del ERTE.
Así, podría reanudar su actividad pocos meses después y sin haber agotado sus recursos propios. Y al tratarse de situaciones excepcionales y generalmente ajenas a su actividad, ninguna compañía debería perder ventajas competitivas o ver dañada su posición en el mercado, salvo por la pérdida adquisitiva de la sociedad en una situación crítica.
Beneficios para el trabajador
La ventaja más evidente para los empleados es que sortean el despido y cuentan con el compromiso legal de la empresa de volver a incorporarlos a sus puestos de trabajo cuando se dé por superadas las causas de fuerza mayor que justifican el ERTE.
Además, las prestaciones que reciben durante este periodo de inactividad suponen una parte importante del salario habitual y no les perjudica de cara a solicitar la prestación por desempleo en el futuro.
A su vez, se garantiza a los empleados que hayan sido mandados al ERTE no podrán ser despedidos durante los seis meses posteriores al volver a su puesto. Si la empresa decide hacerlo, tendrá que pagar todo lo que se había ahorrado en cotizaciones a la Seguridad Social. Se asegura la continuidad de los trabajadores.